Informe Situación DDHH Zona Sur 2018
El contexto de violencia, inseguridad, pobreza, desigualdad y de desconocimiento de los derechos humanos de la población, común denominador en el país durante los últimos gobiernos del Partido Nacional, se refleja con una intensidad particular en la Región Sur de Honduras.
La Región Sur, políticamente se ha caracterizado, por ser una de las más conservadoras del país, así lo muestran los resultados de todos los procesos electorales, en los que siempre han salido victoriosas las candidaturas del Partido Nacional, institución que dentro de la derecha política de Honduras, se ubica en el extremo más lejano.
Desde el punto de vista climático, la Región Sur tiene un clima realmente tórrido, con temperaturas que con frecuencia superan los 40 grados Celsius. Sus veranos son extremadamente largos y secos y la temporada de lluvia, corta, pero, tan copiosa que en vez de beneficiar provoca daños, al grado de ocasionar graves inundaciones. Estos extremos climáticos terminan afectando a la economía de la región, estrechamente ligada a la agricultura y a la ganadería.
La población de la Región Sur vive en una precariedad económica permanente; pues, siendo su ocupación principal, la agricultura, carecer de tierras de cultivo es un obstáculo infranqueable en la búsqueda de los ingresos económicos necesarios, para satisfacer las necesidades de sus familias. Las tierras aptas para la agricultura, no abundan en esa región y las que hay, están en manos de unos pocos terratenientes que las utilizan para monocultivos como la caña de azúcar o el melón y para pasturas para la ganadería extensiva.
El empleo es en extremo escaso, ya que las únicas fuentes de trabajo son las agroindustrias de la caña y el melón que emplean temporalmente durante unos seis meses al año a una reducida cantidad de trabajadores, de la enorme población desempleada. Y siendo como es, tan grande la demanda de empleo, propicia que los empresarios se aprovechen de la necesidad y paguen salarios por debajo del salario mínimo establecido, ignorando además, los derechos sociales y laborales de sus trabajadores.
En estas condiciones repetitivas año con año, no es extraño la repetición de hambrunas, que cada vez son más graves en esa región del país, que es la que más expulsa jóvenes hacia otras regiones y hacia otros países. Los distintos gobernantes y políticos inescrupulosos aprovechan esta circunstancia de extrema necesidad y pobreza, para aparecer como los salvadores con ayudas “solidarias” que quitan a medias, el hambre del momento; pero que dejan el problema intacto, para maquiavélicamente regresar el año siguiente con su aura de benefactores.
Unas 750 mil personas viven en la Región Sur de Honduras, de ellas, alrededor de medio millón viven en los 16 municipios del Departamento de Choluteca; unas 200 mil habitan en los 9 municipios del Departamento de Valle y los 50 mil restantes, están diseminados en los municipios de Alubarén, Curarén, La Libertad, La Venta, Reitoca y San Miguelito, ubicados en el sur del Departamento de Francisco Morazán.
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