EEl 03 de enero de 2003, hace justamente veinte años, aparece ya con su personería jurídica en
el escenario público nacional e internacional, la Asociación para una Ciudadanía Participativa,
conocida por el acrónimo de ACI PARTICIPA.
Surge como una feliz iniciativa de un selecto grupo de personas interesadas en aportar, su
valioso esfuerzo para el mejoramiento cualitativo de la sociedad hondureña, a partir, de la
participación proactiva de la ciudadanía en la gobernanza del país. Ese selecto grupo bien
intencionado de ciudadanas y ciudadanos era liderado por el Doctor Leo Valladares Lanza,
quien, en su recién desempeñado cargo de Comisionado Nacional de los Derechos Humanos
en Honduras, debió relacionarse con los sectores del pueblo menos favorecidos por el
quehacer administrativo de los gobernantes y excluidos de los beneficios de la riqueza
acaparada por un minúsculo grupo que se beneficiaba de su mal remunerada fuerza de trabajo.
Esa relación y cercanía con dichos sectores poblacionales, que, además eran víctimas de la
violación de sus derechos humanos, llevó al doctor Valladares Lanza con su conciencia
permeada, a comprender sus necesidades y su falta de espacios adecuados para manifestarlas
de manera pacífica, pero con la autoridad que da el conocimiento empírico. Sus
cuestionamientos para encontrar una forma útil de hacer incidencia en beneficio de estos
sectores de la población, lo llevó a compartirlos con las respuestas encontradas, a los mismos
con quienes a la postre, arropando la idea con entusiasmo, serían las socias y los socios
fundadores de ACI PARTICIPA.
Lo más sencillo fue crearla, hacerla caminar por la vereda correcta no fue nada fácil. Partir con
la carencia de un patrimonio propio, por cuanto sus socios y socias sólo aportaron capacidades
y prestigio; pero, no recursos económicos por ser una organización sin fines de lucro, era una
enorme desventaja ante similares ya establecidas, con quienes debía competir por las pocas
opciones de fondos ofertados por la cooperación internacional, con el hándicap de no contar
con un historial de experiencia que mostrar para garantizar su fiabilidad en la administración de
recursos económicos y en la ejecución exitosa de proyectos sobre las temáticas ofertadas.
Enorme diferencia con las ONG propiedad de los políticos y sus activistas, creadas sin más
propósito que el de drenar, sin beneficio alguno para la sociedad, recursos económicos
provenientes del erario, destinados para beneficiar a la población, pero que sus efectos nunca
se perciben
Los primeros años fueron así, titubeantes para construir su hoja de vida, con pequeñas
opciones para a penas subsistir. La principal carta de presentación de ACI PARTICIPA ante los
cooperantes, era su director ejecutivo, don Leo Valladares con su indiscutible credibilidad; sin
embargo, sin que ese fuera su afán, su prestigio y renombre nacional y, especialmente
internacional, eclipsaba el incipiente andar de ACI PARTICIPA por lo que pocos efectos de
utilidad reportaba. Su oficina apenas se mantenía y más que nada, porque era la misma que el
Dr. Valladares tenía para despachar sus asuntos profesionales como abogado.
Llegó el golpe de Estado de 2009 y las cosas se complicaron terriblemente en el país. Los
cobardes golpistas encabezados por Micheletti Baín y Romeo Vásquez Velásquez, acudieron a
la represión y violación de los derechos humanos para mantener el nuevo estado de cosas. La
persecución y asesinato de defensores de los derechos humanos entre 2010 y 2011, dio pie a
la solidaridad internacional, entre ellas, el apoyo de Protection International (P.I.) y de la
Unidad de Protección a Defensoras y Defensores de Derechos Humanos -Guatemala
(UDEFEGUA) que, a través de su Unidad Técnica de Protección a Defensores, apoyada por
Protección Internacional, se propusieron crear una unidad similar en Honduras; pero, que igual
que en Guatemala con UDEFEGUA, requería del amparo de una ONG con personería jurídica.
El pequeño proyecto llegó a ACI PARTICIPA convirtiéndose en el resorte que requería ésta
para retomar el camino que la ha llevado a ocupar, por méritos propios, el lugar que
orgullosamente ostenta.
A partir de este hecho fortuito, ACI PARTICIPA de manera silenciosa fue inscribiendo su
nombre en pequeñas organizaciones territoriales creadas para defender sus derechos a la
tierra, al territorio, al patrimonio cultural, a la libertad de expresión, a los derechos
reproductivos y sexuales, al medio ambiente, al bosque, al agua, en fin, a los bienes comunes
en general. Con estos grupos poblacionales se abordaba de manera práctica su seguridad y la
auto protección, tanto colectiva como individual, mediante talleres de Análisis de Riesgo y de
Seguridad Digital para el manejo seguro de las comunicaciones y la administración de la
información. Estas tareas de incidencia real, que solo se informaba a los cooperantes
interesados, sacaron a ACI PARTICIPA del entorno urbano para internarse en las
profundidades de la ruralidad del territorio hondureño. Este intercambio de experiencias y
conocimientos han hecho crecer cualitativamente a ACI PARTICIPA y beneficiado a
organizaciones campesinas en Colón, del Sur, de La Paz; a ambientalistas en todo el territorio;
a población originaria como los Lenca, Tolupanes, Garífunas, Pech, Tawahkas y Misquitos; a
colectivos LGBTQ+ en áreas urbanas del Centro, Norte y Sur del país, así como a mujeres,
estudiantes, periodistas, comunicadores y sindicalistas de todo el territorio nacional.
Desde hace una década ACI PARTICIPA realiza una importante labor de incidencia y denuncia
documentada de manera permanente y a través del informe situacional sobre defensoras y defensores
de los derechos humanos en Honduras que publica anualmente. ACI PARTICIPA es la única
organización del país que publica este tipo de informes de manera regular y periódica dirigidos a la
población en general.
Reconocíamos al principio de esta nota, los méritos en la creación de ACI PARTICIPA de sus socias y
socios fundadores; pero, sería una injusticia si no se reconociera también, la invaluable labor
desarrollada por su actual directora ejecutiva, la Msc. Hedme Fátima Castro V, quien, con su vitalidad,
capacidad y energía, y su afán por perseguir elevados ideales y utopías, ha llegado para edificar una
organización, no solo, la que se proyectó para cumplir sus objetivos originales, sino, la que ahora
además, tiene presencia, prestigio y reconocimiento nacional e internacional, por su sello proactivo y
crítico frente a los sectores que promueven la injusticia, la desigualdad, la exclusión, la impunidad, la
corrupción y la violación de los derechos humanos. Esa dinámica de trabajo tenaz y comprometido, ha
impulsado la progresión cualitativa y cuantitativa de la Organización; sin embargo, esa mística de
trabajo también ha ocasionado que sectores interesados que sienten que el accionar de ACI PARTICIPA
afecta sus intereses económicos o políticos, la hagan objeto de amenazas y atentados que ponen en
serio riesgo su vida, su integridad personal y la de su familia, al grado de haberse visto en más de una
ocasión obligada a abandonar su domicilio y hasta el país, para salvaguardar su vida y la de los suyos.
No es ACI PARTICIPA una organización de ostentosas celebraciones y por esa razón en el vigésimo
aniversario de su fundación, apenas comparecemos por esta vía ante la comunidad nacional e
internacional, ante la población que la reconoce y la valora por su compromiso y su accionar, para
compartirles nuestro orgullo de ser la organización que nos han ayudado a forjar y para ratificar nuestro
compromiso con el pueblo, en su lucha para adecentar la administración pública, para la construcción
de un genuino Estado de Derecho y para dignificar la vida de todas y de todos.
¡ACI PARTICIPA veinte años de frente a la OPRESIÓN, la IMPUNIDAD y la INJUSTICIA!
¡ACI PARTICIPA veinte años AL LADO DEL PUEBLO!
